Equilibrio a través del arte de la Reflexología

La antigüedad de las terapias reflejas se remonta casi a 5.000 años atrás.

Fue practicada especialmente en oriente, donde se han encontrado escritos que hablan de como presionando algunos puntos de la superficie corporal aliviaban trastornos concretos.

Este arte se realiza a través de masajes específicos en puntos y zonas reflejas de los pies, pero también en manos y rostro, generando un toque muy liberador a todos los niveles.
Los pies son los cimientos de nuestro ser y nos sostienen en un sentido más amplio que el físico. Gracias a que en ellos se encuentra del mapa reflejo completo de nuestro cuerpo podemos trabajar a lo largo de las sesiones cualquier tipo de desequilibrio en órganos o sistemas completos.

La reflexología, a diferencia de la medicina alópata, parte de una concepción holística del ser humano. En las sesiones se busca la armonización de todos los sistemas orgánicos, ya que partimos de la base que cualquier anomalía en uno de ellos, por pequeña que sea, compromete el buen funcionamiento de los demás.

La Reflexología está encuadrada dentro de las denominadas terapias complemetarias, holísticas o manuales, en el campo de la Medicina Natural. Actualmente esta terapia refleja está muy extendida a nivel mundial por lo espectacular de su eficiencia, y cada vez son más las personas que utilizan esta técnica como medicina preventiva.